Para llegar a la aproximación de qué es el texto académico, se debe en un principio realizar un acercamiento breve al significado de qué es un texto, definiendo éste como un proceso complejo que trata de hilar ideas dándoles un sentido lógico y comprensible, por ende, este es un proceso que se debe realizar de manera continua para llegar a producir textos de calidad.
Pero este proceso es el resultado del agradable y esforzado ejercicio de saber unir dos patrones escriturales: los elementos lingüísticos junto con las normas de la textualidad, esto no es fácil, y más cuando se pretende cumplir con la función primaria de un escrito que es: la comunicación. Analizando entonces se puede deducir que un texto escrito es el registro de un acto comunicativo en el cual las normas de escritura tomen vida y otorguen una sentido de valor al texto.
Entonces desde un punto de vista muy amplio podemos llamar a un texto académico a cualquiera de las producciones orales, escritas, audiovisuales, entre otras que tienen un marco definido como científico o universitario, que responden de una manera clara y específica a la intención básica de producir o transmitir conocimientos, logrando un alcance social y teniendo como receptores a los personas que conforman los distintos grupos o comunidades científicas y universitarias a nivel local, nacional y transnacional, y la cual tiene como función principal, transmitir conocimiento.
La elaboración de un texto académico es un compendio de varias herramientas dentro de las cuales se encuentran, el tema del que se va a escribir, la organización de las ideas, organización de la información que proviene de indistintas fuentes y de utilizar las palabras
adecuadas, concatenadas dentro del escrito, pero requiere de unos elementos claves como los son la precisión, la claridad y la objetividad necesaria para transmitir de forma clara y directa lo que se quiere expresar.
Pero hay que tener muy claro que existen diferentes textos académicos, que aunque guardan la raíz principal de quien es la emisor del documento: universidad, círculos de lectura, grupos definidos, entidades científicas, entre otros, este sale de una academia, pero los estilos son distintos, ya que pueden ser trabajos libres, discursos, ponencias, libros editados, artículos, tesis, proyectos de grado, etc.
Entendiendo entonces la importancia del texto académico es muy relevante conocer la forma en que se desarrolla un escrito de este estilo, teniendo en cuenta una serie de pasos que guiarán y permitirán generar un texto de calidad y con una buena estructura.
Como primer paso hay que realizar una delimitación del tema y conseguir la información para después darle un tratamiento, al hablar de una delimitación se refiere a que de un tema general se puede direccionar a un particular y desde este comenzar el texto académico, es importante hacerlo por que al momento de requerir información, se puede tener claras las fuentes de investigación; es fundamental realizar más de una vez la lectura de la información que se tenga y resaltar las ideas principales, ya que esto permite enriquecer el armazón del escrito.
En el segundo paso se encuentra la organización de la información, este momento es primordial, pues es hacer la consecución de todo el material que sea necesario para obtener las herramientas que permitirán desarrollar el tema del texto académico, suele suceder que al elegir el tema se tiene proyectado el material a conseguir, pero en el proceso se adquieren temas que aportan ideas, párrafos o información sustancial a la estructura del escrito. Se debe rescatar del material las ideas principales y las secundarias, además, se debe incluir una introducción y una conclusión y las ideas de cada párrafo deben guardar simetría.
Como tercer paso está una primera redacción del documento, este es un borrador y sobre este se comienza a realizar correcciones, adiciones, verificación de léxico y la construcción oracional, para este caso se debe remitir a la macro y micro estructura, siendo la primera un conjunto de estructuras de naturaleza semántica, y la segunda la organización lineal de las proposiciones partiendo de los precedentes y los subsiguientes.
En cuarto lugar está la redacción final que logra consolidar la información obtenida de las fuentes y la estructuralidad que se da por medio de las normas escriturales, del léxico y la ortografía revisada.
Cabe resaltar que se debe tener muy claro el ejercicio de escribir y redactar continuamente, ya que un texto académico tiene una alta concentración de buena redacción y de hilación de las ideas principales con las secundarias.
Para finalizar, se recomienda tener buena cantidad de fuentes para lograr un buen texto académico, o más bien un texto de calidad, de fácil consulta y comprensión donde se expresen las ideas de manera clara, concisa, bien argumentadas y sin errores de ortografía; no hay nada más apacible que leer un buen escrito.
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